Han pasado ya muchos meses, desde que iniciamos la difícil tarea de cambiar la imagen de nuestros productos. Y al mirar atrás y ver el largo camino recorrido, estamos enormemente satisfechos del resultado.

Muchas gracias al estudio Lavernia & Cienfuegos, que ha sabido trasladar nuestros deseos y anhelos a través de un packaging lleno de texturas y sensaciones que transportarán a nuestros clientes a lo más profundo de la esencia de El Capricho. Utilizando sus palabras aquí os dejamos un pequeño fragmento que describe lo que pensamos.

¡Esperamos que os guste!

“El Capricho es muchas cosas, pero la clave, la esencia, a efectos de imagen, está en su autenticidad, su honestidad, su potencia, sus raíces, su apego a la tierra, a su entorno, a la tradición, pero una tradición que ha sabido evolucionar y que se presenta en muchas de sus manifestaciones con una clara y rotunda modernidad. Por eso el diseño del packaging trata de aunar tradición y vanguardia, fusionar la austeridad de materiales tradicionales como el cartón, la cuerda o las telas con la percepción de envases de productos gourmet de la máxima calidad y de un alto precio.

El diseño del packaging se basa en la materia, en la tradición, en una gráfica rotunda sin concesiones que no enmascara nada, que no distorsiona la imagen única, directa, honesta, que transmite El Capricho en sus instalaciones, en su servicio y en sus productos. De modo que gran parte del packaging utiliza cartones de producción semiartesanal o tejido con deliberada apariencia rústica que contrasta con una gráfica contemporánea, simple pero muy potente y que comunica la idea de producto de autor a través de frases del propio José Gordón, alma mater de El Capricho. Este uso de la materia, cartones artesanos, madera, cuerda, telas, para un producto gourmet no sólo está destinado a transmitir esos valores de autenticidad, “terroir”, tradición, sino a provocar una insólita experiencia de consumo.”